La semana santa, antes Ostara(una fecha muy importante para muchas religiones paganas), es una celebración que cobró tanta importancia y tanta popularidad que las
religiones que vinieron después tuvo que adoptarla. Este es el
caso del cristianismo, que acogió varias festividades paganas
cambiándolas de sentido, como la semana santa, que en origen era la
adaptación de las fiestas de la siembra.
Se elige como domingo de resurrección el primer domingo después de la primera luna llena tras el equinoccio de primavera. Es decir, se toma como referencia para ubicar la semana santa: el equinoccio de primavera y la luna.
La luna llena y los equinoccios, son eventos muy importantes y tenidos en cuenta en los calendarios de las antiguas sociedades agrícolas.
En el hemisferio norte el equinoccio de primavera se produce a mediados
de Marzo, los días y las noches tienen la misma duración y el invierno
queda atrás. La
primavera era un periodo crucial desde tiempos neolíticos porque
indicaba a la época de la siembra. Era importante conocer la fecha
adecuada para esta labor con la mayor exactitud posible, por lo que
estas sociedades dedicaron serios esfuerzos a su cálculo. Tampoco es de
extrañar que rodearan este momento de celebraciones dada su importancia.
La primavera ha dejado atrás
las nieves y los animales empiezan a despertar de la hibernación, la tierra renace y los árboles se recubren de hojas y flores,
la festividad de Ostara es el principio de la época activa para los
celtas.
Ostara (en antiguo inglés, Eostre) es el nombre de una antigua divinidad germánica de la primavera, cuyo primer antecedente documental procede del monje bendictino Beda el Venerable, quien en su libro historiográfico, "De Temporum Ratione", afirma que los anglosajones llamaban al mes de abril eosturmonath, en homenaje a una divinidad de ese nombre.
Ēostre es quien se halla detrás del nombre de la pascua en inglés: Easter.
Ostara como diosa de la fertilidad asociada al comienzo de la primavera, es una diosa del "amanecer" o del "despertar" de las fuerzas germinativas, de modo que conceptualmente, a pesar de la ausencia de otras fuentes, el testimonio de Beda puede tener un real asidero, en medio de la bruma del mundo mitológico de los pueblos del norte. El tema de la fertilidad de las cosechas es uno de los temas en este sabbat, siendo el momento de plantar las semillas que han sido bendecidas en Imbolc.
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